Nuvas amistades, nuevas locuras. Pero lo único que no ha cambiado es mi locura de amor: nido de pajáro. Me satanizan por no ser normal, por no querer estar con nadie. Porque he decidido estar sola, mientras vuelvo a encontrarme, he perdido las ganas: me concientan, me abracen, me conquisten.
Solo este día decidi recostarme en mi habitat desordado, los recuerdos estan entre mezclados (pasado y futuro), lo único ordenado es mi cama roja, acompañada de una almohada de pie. Son las 13:45 hace mucho calor, esta apagado el ventilador, la temperatura aumenta conforme pasan los minutos. Oaxaca anuncia todos los días intensas tardes de calor, y esta no es la excepción. Colocada boca arriba, me ilumina el inteso sol que atraviesa por el tragaluz de mi habitación. Mirando hacia arriba solo recorde los insultos que recibí el día de ayer de un viejo conocido.
El: ¡Creés que siempre te van a rogar!.
Yo: No, y nunca lo he pedido.
El: Estas bonita, pero no debes abusar.
Yo: No abuso, y lo bonito no lo veo, no con el afán de menospreciarme solo que no es relevante.
El: Cuando te vi, me dieron ganas de tener novia, pero con tus negativas solo quisiera alejarte.
Yo: Perdón - calla -
El: Lo vez... que soberbia eres.
Yo - nuevamente - perdón - suelta una carcajada -
El: Definitivamente estas loca.
Yo: - Carcajeandose - Disculpa -, pero no quiero llorar, luego por eso solo rió -
El: Eres una niña.
Conclusión: No hay quimica, y nunca entendió el "no". Es tan dificil escuchar un no, luego entonces mejor hay que intentar nuevamente pero con diferente persona. Creó yo :-).
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