miércoles, enero 12, 2005

Dejando cosas dolosas.

Es de madrugada, termine por fin mi trabajo, al llegar a la cama, dormí como nunca, realmente descansé - suena el alarma - son las 8:00 am, inmediatamente me dirigí al baño, al salir tomo la vestimenta mas causal que hay entre la ropa arrumbada que tengo de hace dos días, solo sudadera y jeans. Poco me maquillo, no llevo bolsillo, solo en mis bolsas de la sucederá: mi Z200, dos disquetes, 25.00 pesos y una manzana. Transborde el autobús con dirección Gigante, Reforma. Siento la mirada de un chico, observa mis movimientos. yo mientras sigo alucinando acerca del pasado, rió a veces sin querer.


En el trabajo anuncie mi renuncia. Hoy estoy feliz. Hago una serie de llamadas para que alguien cubra mi puesto. Ordeno mi despedida. El viernes dejo la computadora color negro, el no tiene nombre, de repente le quedaría el anuncio que vi el domingo: "Corcel negro, solo corcel, tuve aventuras con él. Aprendí cosas nuevas.

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